La calefacción podría ser peligrosa para tu salud, pero con unos pequeños trucos puedes conseguir tener tu casa bien calentita, sin tener que poner en peligro la salud de toda la familia.
El invierno ha llegado un año más y lo ha hecho con temperaturas muy bajas en todo el país. Lo que supone un importante incremento del uso de calefacciones y todo tipo de sistemas de calor, ya que se hace imprescindible calentar los hogares para sobrellevar las bajas temperaturas.
Sin embargo, es importante saber cuáles son los efectos del exceso de calor en casa, ya que tener una temperatura demasiado alta podría ser perjudicial para la salud.
Con unos pequeños trucos puedes conseguir tener tu casa bien calentita, sin tener que poner en peligro la salud de toda la familia.
¿Cuál es la temperatura apropiada?
Resulta muy complicado determinar lo que es una temperatura demasiado alta, puesto que para cada persona la sensación de frío o de calor puede ser muy diferente.
Las personas que residen en una zona normalmente calurosa y seca, sentirán el frío cuando la temperatura apenas baje de los 20 grados.
Para otras personas, sin embargo, aquellas que vivan en zonas del norte, en zonas lluviosas y con una temperatura ambiental bastante más baja, lo normal es que sean mucho más resistentes al frío.
Por lo tanto, hay que tener en cuenta diversos factores a la hora de medir la sensación de frío o de calor de las personas.
Lo que sí se conoce es que, por debajo de los 20 grados, es cuando las personas comienzan a sentir la sensación de frío.
Si se tiene en cuenta este dato, se considera que una temperatura ambiental apropiada en el hogar, debe estar entre los 20 y los 25 grados.
Por lo tanto, si la temperatura supera los 25 grados, se considera que la calefacción está demasiado alta.
Los peligros de tener la calefacción muy alta
Hoy en día existen diversos sistemas de calefacción, los cuales permiten mejorar la temperatura del hogar para poder estar más confortable.
Sin embargo, alguno de los sistemas más utilizados puede resultar bastante peligroso, si con ello se eleva demasiado la temperatura ambiental.
En el caso de la leña
El peligro de la chimenea reside en que, al quemar la leña, se libera dióxido de carbono. En este sentido, tener la calefacción muy alta con un sistema de leña, puede producir gases tóxicos muy perjudiciales para la salud.
El humo que se origina al quemar la leña, contiene lo que se conoce como gases pesados. Estas sustancias pueden resultar muy peligrosas, ya que al respirarlas pueden producir dolores de cabeza, náuseas, vómitos, problemas respiratorios etc.
El aire acondicionado reversible
Los aparatos de aire acondicionado están presentes en gran cantidad de hogares, especialmente en las zonas más calurosas del país.
Esos aparatos de aire frío tienen un sistema reversible, es decir, también pueden emitir calor y así se pueden usar tanto en invierno como en verano.
El peligro de tener la calefacción muy alta con un aire acondicionado reversible, resulta de un uso excesivo. Este tipo de aparatos quitan la humedad ambiental y resecan el aire.
La falta de humedad ambiental puede perjudicar la salud de diversas formas, ya que se resecan las mucosas, especialmente la respiratoria.
Lo que puede producir dificultad respiratoria, además de ser muy peligroso para las personas que padecen de asma o de diferentes alergias.
Efectos para la salud de tener la calefacción demasiado alta
Sea cual sea el aparato de calor que utilices para caldear tu casa, los efectos de tener la calefacción demasiado alta pueden ser muy perjudiciales para tu salud.
Hay que tener precaución al momento de usar la calefacción si la tienes demasiado baja es posible que contraigas algún resfriado o gripe, siempre hay que estar precavidos y contar con antigripales en casa.
Por ejemplo:
Problemas respiratorios
La falta de humedad en el ambiente, produce que también las mucosas se resequen y den lugar a diversas infecciones respiratorias.
Para evitarlo, debes asegurar de utilizar algún sistema que evite que el aire se reseque, como un humidificador.
Esto ocurre porque al tener una temperatura demasiado alta, tu cuerpo no tendrá la necesidad de quemar las grasas almacenadas, todo lo contrario, las conservará. Por lo tanto, evita utilizar la calefacción durante la noche. Puedes caldear la habitación antes de acostarte, pero una vez que te vayas a dormir es preferible que no utilices ningún tipo de calefacción.
Problemas de piel
Como ya decíamos, tener la calefacción demasiado alta hace que se seque el aire, lo que también produce que se reseque la piel.
Las personas que tienen la piel sensible, dermatitis, y otros problemas cutáneos, son especialmente sensibles ante la falta de humedad ambiental.
Por lo que, si tienes cualquier tipo de problema en la piel o simplemente piel sensible y delicada, evita tener a calefacción demasiado alta.
Otras consecuencias de tener la calefacción demasiado alta
Como ves, tener la calefacción demasiado alta puede resultar perjudicial para tu salud en diversos sentidos.
Pero además de afectar a la salud, no debes olvidar otro tipo de consecuencias graves que produce un uso excesivo de los sistemas de calor.
El principal es el terrible impacto medioambiental, que además también perjudica a tu salud muy negativamente.