La fiebre es el aumento temporal en la temperatura del cuerpo en respuesta a alguna enfermedad o padecimiento.
La temperatura corporal normal puede cambiar durante cualquier día dado. Por lo general es más alta a principios de la noche. Otros factores que pueden afectar la temperatura corporal son:
- El ciclo menstrual de una mujer. En la segunda parte de este ciclo, su temperatura se puede elevar en un grado o más.
- La actividad física, emociones fuertes, comer, ropas gruesas, medicamentos, temperatura ambiente alta y humedad alta pueden incrementar la temperatura corporal.
La fiebre es una parte importante de las defensas del cuerpo contra la infección. La mayoría de las bacterias y virus que causan las infecciones en las personas prosperan mejor a 98.6°F (37°C).
Aunque en la mayoría de los casos la fiebre es debida a infecciones provocadas por microorganismos (sean bacterias, virus u hongos), en otros casos ciertas enfermedades con inflamación e incluso ciertos medicamentos pueden provocar alteraciones en nuestro termostato y dar lugar a la fiebre.
Sin embargo, hay que tener claro que se trata de un mecanismo de defensa natural que dificulta la proliferación de virus y bacterias y mejora la respuesta de nuestro sistema inmunológico.
Con la elevación de la temperatura provocada por la fiebre, el cuerpo nos avisa de que algo no va bien.
Es por eso que es importante conocer la causa que motiva este cambio en la temperatura de nuestro organismo y ponerle remedio con un tratamiento que anule la causa.
En muchos casos, basta con guardar reposo y tomar abundantes líquidos para evitar una deshidratación.
Las claves de la fiebre
- La fiebre no es una enfermedad. Es un mecanismo de defensa que pone en marcha nuestro cuerpo para luchar contra una enfermedad.
- Se considera que hay fiebre cuando la temperatura axilar es mayor de 37 grados durante la mañana o bien de 37,5 grados durante la tarde-noche. Si se mide la temperatura corporal rectal, se añade 0,6 grados a estas cifras.
- Habitualmente la fiebre viene acompañada por síntomas como malestar general, sudoración, dolor de cabeza, astenia, somnolencia…
Consejos para combatir la fiebre:
- Guardar reposo y descansar
- Beber mucho líquido para evitar una deshidratación
- Recurrir a una dieta blanda
- Evitar el exceso de abrigo en la cama
- Aplicar toallas o compresas mojadas con agua tibia sobre el cuerpo
- Tomar baños de agua tibia. No debe ser agua fría, ya que esto ocasiona temblores y genera calor
- Si la temperatura se sitúa por encima de los 38,5 grados puedes recurrir a medicamentos como cafiaspirina que contiene el ácido acetilsalicílico actuando como reductor del dolor para la fiebre, y la cafeína, tiene una acción estimulante del sistema nervioso.
- Otros medicamentos como el ibuprofeno, el naproxeno o el paracetamol
- Si la fiebre sigue sin bajar o sigue aumentando, consulta con tu médico