Poco después de comenzar hacer ejercicio, comenzarás a ver y sentir los beneficios que la actividad física puede tener en tu cuerpo y bienestar.
Sin embargo, trabajar en tu rutina requiere mucha determinación, y cumplirlo a largo plazo requiere disciplina.
Si estás considerando hacer ejercicio pero no sabes por dónde comenzar, este artículo es para ti. Esto es todo lo que necesitas saber para comenzar una rutina y cumplirla:
¿Por qué hacer ejercicio?
Se ha demostrado que el ejercicio regular mejora significativamente tu salud
Sus mayores beneficios incluyen ayudarte a lograr y mantener un peso corporal saludable, mantener la masa muscular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Además, la investigación ha demostrado que el ejercicio puede mejorar tu estado de ánimo, mejorar tu salud mental, ayudarte a dormir mejor e incluso mejorar tu vida sexual.
Y eso no es todo: también puede ayudarte a mantener buenos niveles de energía.
Tipos comunes de ejercicio
Existen varios tipos de ejercicio, que incluyen:
Aeróbico
Por lo general, el núcleo de cualquier programa de acondicionamiento físico, incluye períodos de movimiento continuo. Los ejemplos incluyen natación, carrera y baile.
Fuerza
Ayuda a aumentar la potencia muscular y la fuerza. Los ejemplos incluyen entrenamiento de resistencia, ejercicios pliométricos, levantamiento de pesas y carreras de velocidad.
En este tipo de ejercicios es muy común que haya lesiones musculares como desgarres o contusiones, si te llega a ocurrir puedes tomar tabletas de flanax, estas te ayudarán a desinflamar el musculo afectado aliviando el dolor gradualmente.
Calistenia
Movimientos corporales básicos realizados sin equipo de gimnasia y a un ritmo aeróbico medio. Los ejemplos incluyen estocadas, abdominales y flexiones. ¡Es momento de hacer ejercicio!
Entrenamiento en intervalos de alta intensidad
Incluye repeticiones de ráfagas cortas de ejercicio de alta intensidad seguidas de ejercicios de baja intensidad o períodos de descanso.
Equilibrio o estabilidad
Fortalece los músculos y mejora la coordinación corporal. Los ejemplos incluyen pilates, posturas de tai chi y ejercicios de fortalecimiento del núcleo.
Flexibilidad
Ayuda a la recuperación muscular, mantiene el rango de movimiento y previene lesiones. Los ejemplos incluyen yoga o movimientos individuales de estiramiento muscular.
Las actividades anteriores pueden realizarse individualmente o combinadas. Lo importante es hacer lo que más le convenga y divertirse.
Cómo empezar
Es importante considerar algunas cosas antes de comenzar hacer ejercicio, recuerda que tiene que ser el que más le convenga a tu cuerpo:
Revisa tu salud
Es importante consultar a tu médico y hacerte un examen médico físico antes de comenzar una rutina de ejercicios.
Esto es particularmente importante para aquellos que no están acostumbrados a actividades físicas extenuantes, así como para las personas de 45 años o más.
Un chequeo temprano puede detectar cualquier problema o condición de salud que pueda ponerlo en riesgo de sufrir una lesión durante el ejercicio.
Haz un plan y establezca metas realistas
Una vez que decidas comenzar hacer ejercicio regularmente, intenta crear un plan que incluya pasos y objetivos alcanzables.
Una forma de hacerlo es comenzar con un plan de pasos fáciles de seguir. Luego puedes continuar construyéndolo a medida que mejore tu estado físico.
Comenzar con metas pequeñas no solo aumentará tus posibilidades de éxito, sino que también te mantendrá motivado en cada paso del camino.
Hazlo un hábito
Otro componente clave del éxito del ejercicio es apegarse a tu rutina.
Una revisión de estudios concluyó que reemplazar un comportamiento poco saludable con un nuevo hábito saludable es un gran enfoque para mantenerlo a largo plazo.
Además, hacer un horario o hacer ejercicio a la misma hora todos los días son buenas maneras de mantener tu rutina y hacerla durar.
¿Cuánto ejercicio debes hacer?
No necesitas ser un atleta de alto rendimiento ni estar acostumbrado a hacer ejercicio durante horas para comenzar a hacer ejercicio hoy.
Las recomendaciones actuales del American College of Sports Medicine para la actividad física incluyen al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado por semana.
Estos 150 minutos se pueden configurar de la forma que desees. Por ejemplo, puedes hacer un entrenamiento de 30 minutos para los músculos de la espalda cinco veces a la semana o un entrenamiento de 35 a 40 minutos cada dos días.
Tomarte tu tiempo para progresar en tu programa de acondicionamiento físico puede ayudarte a mantener tu rutina a largo plazo y aprovecharla al máximo. ¡Esperamos que comiences hacer ejercicio lo más pronto posible para que goces de una buena salud!